El francés Emmanuel Courcol coescribe y dirige su segunda película, una divertida comedia, inspirada en un sorprende hecho real. En la película El triunfo nos encontraremos con un actor con una vida patas arriba y un grupo de presos cansados de esperar una segunda oportunidad. Aquí arranca nuestra crítica.
Sinopsis
Etienne (Kad Merad), un no demasiado exitoso actor de teatro, se propone el reto de convertir a un pintoresco grupo de reclusos en unos actores de primer nivel, representando la popular obra “Esperando a Godot”. Para ello, tendrá que afrontar las dificultades administrativas y los estigmas que su particular grupo de actores entraña.
Crítica de la película El triunfo
La película El triunfo nos sitúa desde el principio en la cárcel en la que tiene lugar la mayor parte de la historia. Allí, Etienne -al que da vida Kad Merad– se hace cargo del reducido grupo de teatro de la cárcel. A pesar de no ser un actor muy reconocido, queda clara la enorme ambición de Etienne, dispuesto a representar en teatros mayores nada menos que “Esperando a Godot” de Samuel Beckett, una obra que representa lo absurdo de la vida y que resuena particularmente con la insulsa y triste experiencia de los reclusos.
Entre el ego y la frustración
Uno de los factores más interesantes y humanos de la película El triunfo, es que nunca tendremos del todo claro la importancia que para Etienne tienen las personas en circunstancias tan especiales con las que está tratando. Y es que si bien no se atisba ningún rasgo de maquiavelismo ni maldad, queda claro que es un hombre movido por su ego y la necesidad de cerrar esa herida de estrella frustrada; hasta el punto de descuidar su vida no profesional y comportarse con sus pocos allegados como un auténtico cretino.
Los presidiarios
Los presidiarios conforman un grupo de personajes bastante coral, carismático y cómico. De este modo se representan muy bien muchos gestos y actitudes fáciles de reconocer en personas en situación de cierta marginalidad social, provocando en alguna ocasión una risa que, en el fondo, se le hace a uno un poco incómoda.
Esto no quiere decir que estos personajes sean meros alivios cómicos, de hecho son, en realidad, la verdadera alma la película El triunfo. Y es que, viéndolos, uno no deja de sentirse mal por la deshumanizada y hasta cruel vida que lleva un grupo de personas que es de lo más entrañable. Si bien alguno de ellos no deja de hacer alguna gamberrada, no parecen la clase de personas que cometerían un crimen terriblemente grave; aunque quizá pocos de los que han cometido los peores delitos posibles lo parecen. La película maneja inteligentemente está ironía dramática al no darnos la información suficiente para juzgarles.
Una historia de personajes
La historia de un personaje frustrado que perdió o nunca llego a tener el prestigio al que aspiraba y con una vida sentimental o familiar mejorable, y que ayuda a una banda de marginados sociales a demostrar su valía y ganarse el reconocimiento de una comunidad, es un relato muy manido. Esto no es algo necesariamente malo, ya que ya está todo inventado y contado mil veces, y lo que importa muchas veces es de que forma o con que nuevos detalles nos lo vuelven a contar.
A esto le tenemos que añadir que la película El triunfo entra en su nudo demasiado pronto, sin que prácticamente se nos haya presentado casi nada de los personajes antes de que ya se esté preparando la representación teatral. Al principio dará la sensación de que nos van a contar, con el piloto automático puesto, la misma historia de siempre sin ninguna gracia y sin lugar a la sorpresa.
Afortunadamente, esta sensación se va diluyendo conforme avanzan los acontecimientos y nos vamos encariñando con los personajes, acabando en un clímax con una moraleja bastante interesante, además de sorprendente.
La dirección de Emmanuel Courcol
Emmanuel Courcol apuesta por una realización y un tono realista. Lejos de movimientos de cámara complicados y una fotografía y montaje efectistas, estamos ante una propuesta en la que la forma, si bien no es errática, no sobresale ni busca el lucimiento en ningún momento. Nadie saldrá de la sala hablando de sus proezas técnicas de la película El triunfo, lo cual no deja de ser más que pertinente para una historia de personajes cotidianos.
Opinión final de la película El triunfo
La película El triunfo es una entretenida comedia con unos personajes muy divertidos y cautivadores, que mejore y gana personalidad con los minutos y con un final sorprendente.
Estreno y Ficha técnica
Título original: Un triomphe
Género: Comedia
Sitio Oficial: El triunfo
País: Francia
Idioma: Francés
Fecha de estreno en España: 25 de febrero de 2022 en cines
Productora: Agat Films,Les Productions du Ch’Timi,Memento Films,MK2 Films
Distribuidora: Caramel Films
Duración: 105 min.
Año: 2020
Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años
Ficha Artística
Dirección: Emmanuel Courcol
Guion: Emmanuel Courcol,Thierry de Carbonnières
Música: Fred Avril
Fotografía: Yann Maritaud
Reparto: Kad Merad,Marina Hands,Laurent Stocker,Saïd Benchnafa,Lamine Cissokho,Sofian Khammes,Pierre Lottin,Wabinlé Nabié,Alexandre Medvedev,Mathilde Courcol-Rozès,Catherine Lascault,Yvon Martin,Vladimir Golicheff,Thierry de Carbonnières,Elise Berthelier,Olivier Foubert
Cartel
Trailer
RESEÑA FINAL
La película El triunfo resulta una historia divertida con personajes cautivadores y entrañables, aunque en pocas cosas novedosa.
DIRECCIÓN
6.5
GUIÓN
7
INTERPRETACIÓN
6.5
LO BUENO
Un protagonista muy humano y unos personajes de reparto carismáticos y divertidos.
No es maniquea ni paternalista a la hora de acercarse a los presos, invita a la reflexión
Un final sorprendente, para el que no conozca la historia original que inspira la película
LO MALO
No es algo malo del todo, pero es una historia y unos arquetipos muy usados, a más de uno le puede recordar demasiado a muchas películas que ya haya visto.
6.7
Nota
